Felipe Pardo y Aliaga | ||
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Ministro de Relaciones Exteriores del Perú | ||
11 de julio de 1843-17 de junio de 1844 | ||
Presidente | Manuel Ignacio de Vivanco | |
Predecesor | Manuel Ros | |
Sucesor | José Manuel Tirado | |
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28 de marzo de 1848-20 de abril de 1849 | ||
Presidente | Ramón Castilla | |
Predecesor | Mariano José Sanz | |
Sucesor | Juan Crisóstomo Torrico | |
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Información personal | ||
Nacimiento |
11 de junio de 1806 Lima, Virreinato del Perú | |
Fallecimiento |
24 de diciembre de 1868 (62 años) Lima, Perú | |
Sepultura | Cementerio Presbítero Matías Maestro | |
Nacionalidad | Peruana | |
Lengua materna | Español | |
Familia | ||
Padres | Manuel Pardo Ribadeneira y Mariana de Aliaga | |
Hijos | Manuel Pardo | |
Educación | ||
Educado en | Academia del Mirto | |
Información profesional | ||
Ocupación | Abogado, dramaturgo, poeta, periodista, educador, político, diplomático. | |
Conocido por | Obra literaria | |
Movimiento | Costumbrismo | |
Géneros | Poesía, teatro, artículos costumbristas. | |
Obras notables | ||
Miembro de | Sede de la Real Academia Española | |
Felipe Pardo y Aliaga (Lima, 11 de junio de 1806 - id. 25 de diciembre de 1868) fue un poeta satírico, dramaturgo, abogado y político peruano. Perteneciente a la elite aristocrática limeña, fue junto con Manuel Ascencio Segura el representante más importante del costumbrismo en los inicios de la literatura peruana republicana. Examinó y juzgó con severidad la realidad peruana a través de sus comedias y artículos costumbristas; entre estos últimos el más celebrado y recordado es el titulado Un viaje (más conocido como "El viaje del niño Goyito"). Fue severo crítico de las costumbres populares que consideraba bárbaras y repelentes. También orientó sus críticas hacia las prácticas políticas, la falta de civismo y la ambición personalista de sus gobernantes. Fue un convencido de que mediante la literatura se podía lograr el cambio del país. Su crítica hacia la sociedad peruana suele tenerse por extranjerizante y anticriollista, aunque una lectura más detenida de su obra revela un profundo amor e interés por su patria. Participó en la tormentosa vida política peruana posterior a la independencia, defendiendo siempre las causas conservadoras. Llegó a ser diplomático y ministro de los presidentes Felipe Santiago Salaverry, Manuel Ignacio de Vivanco y Ramón Castilla. También fue profesor de idioma, literatura y derecho.